En las dos entregas anteriores, te hemos hablado sobre uno de los hoteles más lujosos de todos el mundo, y sobre el reto que representó su construcción. 

La concepción de la arquitectura, y las características de la oficina de proyectos que logró hacerse con esta majestuosa edificación fueron temas tratados en la Parte I de esta entrega.


Posteriormente, en la Parte II conversamos sobre las condiciones extremas, que debe resistir el Burj Al Arab, por su ubicación a 270 m de la costa, y en la zona de Dubai, propensa a fuertes vientos, tormentas, y actividad sísmica, planteando cuestionantes sobre la construcción de los cimientos y la seguridad general de la isla artificial. 


Hoy te traemos el resto de las fase III de la construcción de uno de los hoteles más emblemáticos, otra entrega que sin duda te mostrará una de las caras mas desafiantes y apasionantes de la ingeniería, ¡bienvenido!



FASE III 

(Continuación)

Exoesqueleto y cerchas. Construcción del Restaurante suspendido en el aire. Enfriamiento del trabajo en obra. Decoración Interna. Ajuste por el consumo de la electricidad.




2. Del Exoesqueleto y cerchas:


El Edificio tendría que resistir, lo peor que pudiera producirse en el Golfo, siendo que el hotel tiene una estructura compuesta por muros esbeltos de concreto, que no podrían resistir a la acción de todos los elementos por si solos. 

Para mantenerlos firmes frente a vendavales y terremotos, los arquitectos diseñaron una solución visualmente espectacular, una gigantesca estructura exterior conocida como: Exoesqueleto. 


Dicha solución no sólo proporcionaría rigidez y resistencia a la estructura, sino que contrarresta la vulnerabilidad que implica una forma en planta irregular.


De las Cerchas de 165 toneladas y 85 metros.

Una serie de grandes cerchas diagonales, conectan dos enormes arcos de acero al núcleo de hormigón ubicado detrás del hotel.





Pero, las grandes cerchas de acero opusieron un reto para Anthony McCarter, el ingeniero que tuvo que diseñarlas, resistentes para soportar el exoesqueleto, pero la estética de esta era vital, las diagonales deberían ser elegantes y bellas porque eran muy visibles. Definitivamente, una situación bastante común en la vida del ingeniero, dar solución a los grandes restos del diseño arquitectónico.

Luego de varias propuestas McCarter, consiguió una solución estructuralmente viable y visualmente hermosa que, encajaba con la visión de Wright, pero que a su vez le provocó pesadillas a Malcom Marfi, el constructor. 


¿Cómo se hicieron las cerchas?

El constructor, encontró una fábrica metalurgica a 15 km de la obra, capaz de soldar las cerchas, cada una medía más que un Airbus A380 y más pesada que 20 autobuses de 2 pisos; siendo que, soldarlas en la fábrica era la parte más fácil, lo difícil era transportarlas, porque cada una pesaba 165 toneladas, y median 85 metros. 

Lo lograron usando un vehículo con 80 ruedas, adquirido especialmente para eso, que viajó hasta la obra a una velocidad de 6 km/h, la policía tuvo que cerrar las carreteras y retirar los semáforos para que pasara. 

Cuando llegó a la obra los constructores se encontraron con el siguiente obstáculo, las cerchas de 165 toneladas tenían que ser izadas hasta su sitio, y el arquitecto se negó a que las partieran en tres, como quería hacer el constructor ya que por estética el arquitecto no quería que hubiera soldaduras. 

¿Cómo se instalaron las cerchas y qué problemas se presentaron?

Hubo que encontrar la manera de izar las cerchas a una altura de 200 metros, el doble que la estatua de la libertad. Lo meditaron mucho porque ni las tres grúas gigantescas que tenían servían para hacerlo, para lo que trajeron a un especialista en levantamiento de Singapur. 


Su equipo empleó cabestrantes, como las que se emplean en las plataformas petrolíferas, colocadas en lo alto, en unos voladizos a 15 metros del edificio, y sujetaron los extremos de las cinchas con cables de 225 toneladas de resistencia. 

Al izar la primera estaban nerviosos, los dos enormes cabestrantes resistieron el tirón e izaron lenta y laboriosamente, la enorme plataforma por un lateral del edificio. 

Había una complicación adicional y es que las cerchas debían ser colocadas con precisión, pero Dubái tiene un clima particular, con variaciones de temperatura de hasta 14 grados en un mismo día, lo que provocaría la expansión y contracción de las cerchas, problema conocido como: Expansión térmica. 


  • El problema de la Expansión térmica de las cerchas:

Es la pesadilla de cualquier trabajador del acero, trabajar en el desierto a 50 grados pues el acero se expande con el calor y se contrae con el frío. 

Las cerchas diagonales de la torre, podían expandirse y contraerse hasta 5 centímetros en 24 horas y nunca encajarían en el punto exacto sin una solución ingeniosa, que a la final se le ocurrió a un arquitecto. 

¿Cuál fue la solución?

En el marco de la estructura, un soporte de fijación con una gran arandela, con el agujero descentrado, giraba hasta que se alineaba con el agujero de la cercha diagonal; después se insertaba una clavija de acero de 30 centímetros entre ambos agujeros para unirlos. 


Este inteligente mecanismo proporcionó al equipo los 5 centímetros de margen, necesarios para instalar y fijar las cerchas en su sitio. 



  • El problema del peso del Exoesqueleto y los fuertes vientos:

Las pesas colgantes amortiguadoras de vibraciones.

Les surgió otro problema, si el exoesqueleto era muy liviano, los fuertes vientos que soplan a 350 metros sobre el golfo podían afectar al edificio y si la estructura fuera demasiado robusta afectaría la elegancia del diseño en forma de vela. 

Como era la primera vez que se levantaba una obra de esa magnitud en Dubái, los ingenieros deciden hacer pruebas en túneles de viento, el ingeniero eólico Volker Burg Eraith 

El ingeniero sabía que ese era un edificio único y antes de esa torre la mayoría de los edificios del Golfo tenían forma bastante ortodoxa, eran cuadrados o rectangulares y en esa época pareciera una locura efectuar pruebas en un túnel de viento para construir un hotel. 


Pero para esa clase de estructura la prueba era esencial, el túnel de viento simulo los efectos del viento del Golfo a escala 1-50 y resultó que el Edificio soportaba una fuerza considerable, el doble que podría medir en Londres, se midieron succiones que eran del orden del peso de un auto suspendido de un panel del Edificio, que es algo inaudito. 



El túnel del viento arrojó resultados que podían amenazar por completo a la Torre. Cuando revisaron el diseño, enseguida les preocupo un fenómeno llamado Vorticidad. 

El viento que sopla contra los bordes afilados de una estructura de acero pueden generar tornados en miniatura bajo ciertas condiciones, que a su vez desencadenan peligrosas vibraciones que pueden destruir el edificio. 

¿Cuál fue la solución?

Para proteger al edificio los ingenieros recurrieron a unas ingeniosas pesas colgantes amortiguadoras de vibraciones, que se instalaron en los puntos vulnerables del hotel. 

Cuando sopla el viento y la vorticidad provoca vibraciones, son las pesas de cinco toneladas las que oscilan en lugar de la estructura y reducen las vibraciones por debajo de los niveles del límite de seguridad. La solución representó un cambio en el comportamiento dinámico de la edificación.

Se colocaron 11 de ellas a lo largo, desde lo alto del mástil hasta el suelo a lo largo de los arcos de acero, estos amortiguadores eliminaron la vulnerabilidad de la estructura ante el fenómeno. 



2. La construcción del Restaurante “Al Muntaha”:


Se eleva a 200 metros sobre el mar y se proyecta casi 27 metros al vacío, desde ambos lados del estrecho núcleo central del hotel, una vez más el arquitecto Wright, lanzó un guante al Ingeniero McCarter, preguntándose si ¿podría sostener la excéntrica estructura sin soportes aparentes? 


Si los ingenieros fallaban en sus cálculos el restaurante se precipitaría al vacío. McCarter, encontró una solución para desafiar la gravedad que superó los límites de la ingeniería. 

En el pilar de concreto armado de la espalda del edificio, insertó una serie de soportes de acero, llamados incrustaciones, de las que irradian 10 vigas de acero de hasta 1,60 m de alto.

Las vigas formaron las bases de la plataforma de acero rígido, las salas exteriores se sujetaron a la base y después se revistieron de aluminio y cristal, el resultado, un estructura que desafiaba la gravedad y vientos de hasta 160 Km/h. 




3. Enfriar el Espacio en obras:


Supuso un desafío, el hotel tenía el atrio más grande del mundo construido con 180 metros de altura. Si se refrescaba un ambiente tan húmedo demasiado rápido, el aire caliente se condensaría en agua, en lugar de transformarse en aire frío y la condensación sería incontrolable. 

Se podría haber causado una nube de lluvia, en el techo del atrio que causara daños a la decoración interior. La única manera de evitar esas nubes llevaba mucho tiempo, se podría encender el gigantesco sistema de aire acondicionado, poco a poco, y refrescar el interior apenas 1 grado o menos por día. 

Pero dadas las prisas, eso resultaba penosamente lento, empezando a refrescar el edificio en junio de 1998 y no acabaron hasta diciembre. 

4. Decoración del Interior:


Estuvo a cargo Khuan Chew, a quien el Jeque le dió la oportunidad. Accedió a decorar 202 suites parecidas y un atrio de 180 metros, contaba con solo dos años para completar la decoración antes de que llegaran los primeros huéspedes. 

Su equipo estaba formado por otros 50 decoradores. Tenían la responsabilidad de diseñar algo que nunca se hubiera diseñado y que nunca se volviera a diseñar, por lo que diseñaron interiores que encajaran con la ambición del Jeque. 

Con la decoración avanzada surgió un problema, el Jeque decidió ofrecer a los huéspedes todos los aparatos electrónicos posibles en sus suites, lo que pudo haber acarreado peligrosas consecuencias. Un problema eléctrico que luego sería resuelto. 


Trabajaban entre 40-50 horas a la semana, usó 24.000 metros de mármol italiano y brasileño, el equivalente a tres campos de futbol además de 8.000 metros cuadrados de pan de oro para crear la sensación de lujo apropiada, lo completó con arañas de cristal, telas con hilo de plata y terciopelo. 

Para el atrio más grande del mundo tomó la decisión de utilizar decoración minimalista y dejar que la impactante estructura hablara por si sola, pintándola de blanco, cumpliendo los plazos. 

El jeque visitó la obra y le gustó el lujo recargado de la suite, pero no la del atrio. Cuenta la diseñadora que la llamaron para preguntarle cuando tenía pensado terminar el atrio, a lo que respondió que ya casi estaba, a lo que le indicaron que no, que le faltaba color. 

Por lo que rediseño el atrio en menos de seis meses, creó un espectáculo de luces para iluminar el revestimiento de tela y diseño fuentes con juegos de agua para el vestíbulo, rodeo las escaleras de grandes acuarios de peces y transformó la vista del atrio en una paleta de colores vibrantes. 

Siendo que, al Jeque, finalmente le encanto como había quedado el proyecto.


5. Ajuste por el consumo de Electricidad:


Ese problema que surgió, le tocó resolverlo al ingeniero Rob Rus, quien tuvo que reajustar todo, porque el nuevo requisito imponía una potencia eléctrica un 50% superior, los nuevos planes imponían que cada suite dispusiera de 14 kilovatios, 8 veces más que el hogar europeo promedio. 

La electricidad de las 202 suites serviría para abastecer a un pueblo de 6.000 habitantes, el hotel estaba decorado con cortinas eléctricas y 52.000 lámparas, casi todas ellas con regulador de voltaje. 

Se necesitaron más de 5.000 kilómetros de cables eléctricos, además de que tanta electrónica, podría interferir en la onda de la corriente eléctrica y producir un fenómeno conocido como Distorsión armónica, que podía fundir el aislamiento de los cables y provocar un incendio. 

¿Cómo se solucionó el problema de Distorsión armónica?

Para solucionarlo, se diseñó un filtro armónico, que detectaba la corriente eléctrica y enviaba una corriente refleja para contrarrestarla, se llama antifaces y actúa como el ruido que afecta los auriculares. 

Se instaló en puntos clave del suelo, por donde entraba la electricidad en el edificio, es la mayor instalación de filtros activos que se ha llevado a cabo en un edificio en el mundo. 


Finalización de la obra:


En diciembre de 1999 se abrió las puertas del hotel a los clientes, un mes antes del cambio de milenio, el mismo jeque estuvo en el hotel viendo la última puesta de sol del milenio desde lo alto de su torre. 

Sin duda, una gran obra de ingeniería y arquitectura, cuyas experiencias son fuente de conocimiento hacia la innovación. 

Así nace la Dubai que conocemos en la actualidad, un área cuya infraestructura es la más novedosa, y que sólo puede llevar a la sociedad al desarrollo y a una mejor calidad de vida.

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Redactora: Elizabeth Guzmán
Fuente: Documental National Geografic Superestructuras, el Palacio de ensueño de Dubai.